Cuando hablamos de amor, casi siempre nos centramos en la creencia de que el amor va dirigido hacia los demás.
Para comprender que es el amor, primero tengo que vivirlo dentro de mi, en mi esencia, hacia dentro. Y desde dentro de mi hacia afuera.
Cuando comprendo que es el amor hacia mi, cabe preguntarme que tanto por ciento de ese amor llevo dentro de mi y dirigo hacia mi.
Para sentir amor hacia los demás, primero debo de sentirlo en mi. Debo sentir el sentimiento del amor. Lo que se traduce en amarme a mi mism@. Y desde ese valor que me doy compartirlo con los demás.
De esta forma nos impregnamos de nuestra propia Luz y podemos irradiarla hacia afuera, hacia los demás. En este punto en el que estoy saciada de mi propio amor…..puedo despojarme del ego, dando paso y entregando amor incondicional por donde paso.
De esta forma ya no hay lugar en mi, de las creencias de:
Ser más o menos que otro
Me desprendo de la soberbia, de la arrogancia, de querer siempre el poder, de chantajear con los sentimientos a otros, y muchas otras formas de comportamiento que sentimos que nos dan el poder.
El amor no exige, no manipula, no pone condiciones, acepta en lugar de resignarse y decide si quiere estar.
Tampoco ruega, ni pide o mendiga, y no menosprecia a otros. Por que entiende y siente que cada uno de nosotros estamos en nuestro proceso de aprendizaje de amor.
Sobre todo practicamos el respeto, hacia uno mism@ y desde este punto hacia los demás. El respeto a sus ideas, a sus actos…..
Cuando estamos bañados en nuestro propio amor, tomamos decisiones en busca de nuestra felicidad, aunque a veces los demás no las entiendan.
El amor es Luz. Si yo estoy iluminada en mi propia luz, voy iluminando y transformando mis sombras, esas parcelas de oscuridad que hay que cambiar para ir avanzando en luz hacia los demás.
La esencia del verdadera amor, está en la transformación de mi sombra en luz. Y en ese punto es desde donde puedo amar a los otros.
Sarfise Romero. Tormenta Cristal Azul
"Despertar" Dra Luz Bibiana Pazmino Noreña
"DESPERTAR" PROYECTO DE EDUCACION SEXUAL QUEDA LUGAR A LA REFLEXION AL SENTIR AL BUEN HUMOR Y A LA LABOR COMUNITARIA . SU MISION ES APRENDERNOS AQUERER MUCHO A NOSOTRAS MISMAS Y AQUIENES NOS RODEAN NO DEBEMOS DE QUERER A NADIE MAS DE LO QUE NOSOTRAS NOS QUEREMOS SENSIBILIZARNOS TODAS QUE NO PODEMOS PERMITIR QUE NADIE NOS MALTRATE
martes, 25 de enero de 2011
lunes, 24 de enero de 2011
Parejas... ¿Inevitablemente crisis?
Parejas... ¿Inevitablemente crisis?
Por Almudena Lujan / Psicóloga y terapeuta sexual de pareja
Madrid- España
De una pareja sentimental, se dice que es aquella unión de dos personas que se autodefinen ellas mismas como pareja, que les une un fuerte vínculo afectivo, donde por lo general existe un cierto grado de atracción sexual y además suelen perseguir la estabilidad. El aspecto fundamental para que exista esta pareja es que se cumpla el principio de voluntariedad, es decir que ambos miembros quieren iniciar o continuar lo que llamamos relación de pareja.
Y hasta aquí, todo parece muy simple, porque si para mantener una relación de pareja lo más importante es el querer estar con esa persona, ¿qué hace que surjan esas terribles dudas, esas crisis interminables y tantos y tantos quebraderos de cabeza sobre estas relaciones sentimentales?
Las parejas creen estar en crisis sobre todo en cuatro momentos:
1. En primer lugar, cuando se pierde el enamoramiento, es decir tras el breve estado pasional y desenfrenado, donde se pasaban las horas pensando y pensando en la persona amada y donde el espacio y el tiempo se paralizaban en el instante de un beso…tras finalizar esta etapa, muchas personas piensan que si este estado ha pasado, es porque ya no están enamoradas, y por lo tanto se cuestionan si deben seguir con la relación sentimental.
2. Otra de las grandes crisis, y muchas veces desencadenada por la pérdida del enamoramiento, es cuando la pareja se considera estable y por lo tanto pierden la ilusión de conquistar al otro. Por decirlo de una manera coloquial, cuando se pierde el “gusanillo”, cuando nos mostramos tal y cómo somos, porque ya no importa lo que piense la otra persona, o cuando dejamos de preocuparnos por nuestra imagen para gustarle más, entonces es frecuente que haya parejas que también se planteen la ruptura de la relación.
3. La convivencia. Toda una desilusión para muchas parejas, lo que han ansiado tanto, el poder compartir sus días, sus noches, el crear su “nidito de amor” y pasar la mayor parte del tiempo juntos, resulta desencadenar en que no se pasa tanto tiempo juntos, que el nido de amor se rompe en un nido de discusiones por tareas domésticas, por dinero, por relaciones familiares…resulta muy complicado adaptarse a la forma de vivir del otro miembro y eso crea desilusiones.
4. En cuarto lugar, y estableciendo la mayor crisis que suele existir en las parejas, es el nacimiento de un hijo o hija. De repente, se encuentran con que hay una nueva persona, que además necesita todos los cuidados, y eso acapara mucho tiempo, por lo que el tiempo que las parejas se dedicaban a ellas mismas es prácticamente nulo, o incluso desaparece. Pero además suelen aparecer discrepancias a la hora de los cuidados, de la educación…todo esto unido a una situación de cansancio y estrés, por las noches sin dormir, etc. La pareja ha de adaptarse a nuevos hábitos, ya no existe tanto tiempo de ocio, y el que queda suele ser dedicado al hijo/a.
Muchas otras parejas no pasan estas crisis específicas, pero sí acuden a terapia por otros motivos, que consideran que pueden inducir a la ruptura, y esto suele generar pánico en muchas personas.
El terapeuta de pareja siempre explica en la terapia que no hay que tener miedo a los conflictos, a las discusiones, puesto que son inherentes a las personas, además el objetivo de la terapia de pareja es que ambos miembros sean felices individualmente, y no únicamente el que sigan juntos. Nunca se busca que la persona piense que es el otro miembro el que la hace feliz, sino que piense que es feliz con esa persona.
En primer en lugar en la terapia, se pregunta si ambos miembros vienen voluntariamente, y si los dos quieren continuar con la relación sentimental que les une. Si esta respuesta es afirmativa, se les explica que para que haya una relación de pareja sana, deben cumplirse tres principios básicos:
1. El principio del deslinde: que exigiría que cuando se establece una relación de pareja voluntariamente, esa relación adquiere prioridad ante todo, delante de la familia, de los amigos, del trabajo…de lo único que no va delante es de uno mismo.
2. El principio de la flexibilidad de roles: algunas situaciones nos obligan a asumir un determinado rol, por lo que en ese caso, el otro miembro de la pareja debe adquirir el rol contrario y complementario, pero es importante que ambas personas sepan ponerse en los dos roles. Por ejemplo si en una pareja uno de los miembros cae enfermo éste adquirirá el rol de enfermo y su pareja el rol de cuidador, pero si en otro momento es al revés, deben intercambiarse estos roles.
3. El principio de igualdad de valor: es aquel que afirma que los dos miembros de la pareja valen lo mismo, ninguno es superior o inferior al otro.
Además de cumplirse estos tres principios, se debe tener en cuenta que todo lo que la pareja comparte favorece el amor, y por ello es importante tener intereses comunes, y aquello que no compartimos con nuestra pareja se debe ver bajo el respeto e incluso se debería valorar. Por otro lado, las parejas suelen comunicarse bastante mal, y modificar esto es uno de los principales objetivos en terapia, ya que la comunicación es la herramienta básica para la negociación, que es precisamente lo que va a ayudar a estas parejas a resolver sus conflictos.
Respecto a la comunicación, las parejas deben tener en cuenta que cuando se sienten para hablar de sus problemas, deben escoger el momento adecuado (no en plena discusión acalorada), y que ambos quieran tener esa conversación. No es recomendable hablar del pasado, y menos si es para echar cosas en cara, está prohibido utilizar en el discurso el nunca o el siempre, porque es generalizar, y las generalizaciones casi nunca son verdad. Nunca se levanta el tono de voz, es una respuesta emocional innecesaria que surge de una determinada emoción y que muchas veces induce a decir cosas de las que posteriormente nos arrepentiremos.
Mientras se estén negociando los conflictos, debemos tener una actitud positiva ante lo que dice la otra persona, y sobre todo a que la situación mejore. Todo lo que le digamos a nuestra pareja, debe salir del “yo”, por ejemplo si hay un conflicto por las tareas domésticas, se debe comenzar diciendo, que a mí me molesta que no hagas determinadas tareas en la casa, y a partir de aquí expreso la emoción que me suscita, por lo tanto lo correcto sería decir: “Me molesta que no friegues y eso me hace sentir bastante enfadado”, y lo incorrecto sería comenzar con la palabra TÚ, por ejemplo: “Tú nunca friegas, toda la culpa es tuya”.
También tenemos que aprender a diferenciar y expresar el estado de la situación frente a la adjudicación de un rasgo a nuestra pareja, debemos decir: “no es que seas mala persona, sino que ahora estás siendo mala persona”. Ya que la adjudicación de adjetivos suelen ser en momentos de enfado, pero verdaderamente no pensamos que nuestra pareja sea así, en ese caso habría que plantearse qué hacemos con un tipo de persona que no nos gusta.
Estas son algunas de las técnicas de comunicación que se trabaja en terapia, para que se restablezca el diálogo en la pareja y de pie a la negociación de determinados aspectos que deseen modificar. Para los terapeutas, la pareja no es un producto acabado, sino un proceso en continuo cambio y por ello la pareja está en constante construcción. Además el comportamiento de cada miembro de la pareja influye y es influido por el comportamiento del otro.
No podría acabar estas líneas si intento explicar la infinidad de conflictos que las parejas traen a consulta, por lo que aunque es un tema muy extenso, y en el que siempre surgen y surgirán malos entendidos, es importante acabar concluyendo positivamente, que el conflicto no es negativo ni implica violencia, que surge al interactuar con otras personas con diferentes intereses y necesidades, pero que esto nos ayuda a crecer. Lo verdaderamente importante en la resolución de estos conflictos de pareja es que exista la cooperación, tener siempre presente que si yo gano, tú ganas, y que si mi pareja pierde, yo también pierdo.
Mi labor como terapeuta de pareja, coincide con las palabras de Diario de un mago:
Enseñar es mostrar que es posible. Aprender es hacerlo posible
Almudena Luján San Félix,
Por Almudena Lujan / Psicóloga y terapeuta sexual de pareja
Madrid- España
De una pareja sentimental, se dice que es aquella unión de dos personas que se autodefinen ellas mismas como pareja, que les une un fuerte vínculo afectivo, donde por lo general existe un cierto grado de atracción sexual y además suelen perseguir la estabilidad. El aspecto fundamental para que exista esta pareja es que se cumpla el principio de voluntariedad, es decir que ambos miembros quieren iniciar o continuar lo que llamamos relación de pareja.
Y hasta aquí, todo parece muy simple, porque si para mantener una relación de pareja lo más importante es el querer estar con esa persona, ¿qué hace que surjan esas terribles dudas, esas crisis interminables y tantos y tantos quebraderos de cabeza sobre estas relaciones sentimentales?
Las parejas creen estar en crisis sobre todo en cuatro momentos:
1. En primer lugar, cuando se pierde el enamoramiento, es decir tras el breve estado pasional y desenfrenado, donde se pasaban las horas pensando y pensando en la persona amada y donde el espacio y el tiempo se paralizaban en el instante de un beso…tras finalizar esta etapa, muchas personas piensan que si este estado ha pasado, es porque ya no están enamoradas, y por lo tanto se cuestionan si deben seguir con la relación sentimental.
2. Otra de las grandes crisis, y muchas veces desencadenada por la pérdida del enamoramiento, es cuando la pareja se considera estable y por lo tanto pierden la ilusión de conquistar al otro. Por decirlo de una manera coloquial, cuando se pierde el “gusanillo”, cuando nos mostramos tal y cómo somos, porque ya no importa lo que piense la otra persona, o cuando dejamos de preocuparnos por nuestra imagen para gustarle más, entonces es frecuente que haya parejas que también se planteen la ruptura de la relación.
3. La convivencia. Toda una desilusión para muchas parejas, lo que han ansiado tanto, el poder compartir sus días, sus noches, el crear su “nidito de amor” y pasar la mayor parte del tiempo juntos, resulta desencadenar en que no se pasa tanto tiempo juntos, que el nido de amor se rompe en un nido de discusiones por tareas domésticas, por dinero, por relaciones familiares…resulta muy complicado adaptarse a la forma de vivir del otro miembro y eso crea desilusiones.
4. En cuarto lugar, y estableciendo la mayor crisis que suele existir en las parejas, es el nacimiento de un hijo o hija. De repente, se encuentran con que hay una nueva persona, que además necesita todos los cuidados, y eso acapara mucho tiempo, por lo que el tiempo que las parejas se dedicaban a ellas mismas es prácticamente nulo, o incluso desaparece. Pero además suelen aparecer discrepancias a la hora de los cuidados, de la educación…todo esto unido a una situación de cansancio y estrés, por las noches sin dormir, etc. La pareja ha de adaptarse a nuevos hábitos, ya no existe tanto tiempo de ocio, y el que queda suele ser dedicado al hijo/a.
Muchas otras parejas no pasan estas crisis específicas, pero sí acuden a terapia por otros motivos, que consideran que pueden inducir a la ruptura, y esto suele generar pánico en muchas personas.
El terapeuta de pareja siempre explica en la terapia que no hay que tener miedo a los conflictos, a las discusiones, puesto que son inherentes a las personas, además el objetivo de la terapia de pareja es que ambos miembros sean felices individualmente, y no únicamente el que sigan juntos. Nunca se busca que la persona piense que es el otro miembro el que la hace feliz, sino que piense que es feliz con esa persona.
En primer en lugar en la terapia, se pregunta si ambos miembros vienen voluntariamente, y si los dos quieren continuar con la relación sentimental que les une. Si esta respuesta es afirmativa, se les explica que para que haya una relación de pareja sana, deben cumplirse tres principios básicos:
1. El principio del deslinde: que exigiría que cuando se establece una relación de pareja voluntariamente, esa relación adquiere prioridad ante todo, delante de la familia, de los amigos, del trabajo…de lo único que no va delante es de uno mismo.
2. El principio de la flexibilidad de roles: algunas situaciones nos obligan a asumir un determinado rol, por lo que en ese caso, el otro miembro de la pareja debe adquirir el rol contrario y complementario, pero es importante que ambas personas sepan ponerse en los dos roles. Por ejemplo si en una pareja uno de los miembros cae enfermo éste adquirirá el rol de enfermo y su pareja el rol de cuidador, pero si en otro momento es al revés, deben intercambiarse estos roles.
3. El principio de igualdad de valor: es aquel que afirma que los dos miembros de la pareja valen lo mismo, ninguno es superior o inferior al otro.
Además de cumplirse estos tres principios, se debe tener en cuenta que todo lo que la pareja comparte favorece el amor, y por ello es importante tener intereses comunes, y aquello que no compartimos con nuestra pareja se debe ver bajo el respeto e incluso se debería valorar. Por otro lado, las parejas suelen comunicarse bastante mal, y modificar esto es uno de los principales objetivos en terapia, ya que la comunicación es la herramienta básica para la negociación, que es precisamente lo que va a ayudar a estas parejas a resolver sus conflictos.
Respecto a la comunicación, las parejas deben tener en cuenta que cuando se sienten para hablar de sus problemas, deben escoger el momento adecuado (no en plena discusión acalorada), y que ambos quieran tener esa conversación. No es recomendable hablar del pasado, y menos si es para echar cosas en cara, está prohibido utilizar en el discurso el nunca o el siempre, porque es generalizar, y las generalizaciones casi nunca son verdad. Nunca se levanta el tono de voz, es una respuesta emocional innecesaria que surge de una determinada emoción y que muchas veces induce a decir cosas de las que posteriormente nos arrepentiremos.
Mientras se estén negociando los conflictos, debemos tener una actitud positiva ante lo que dice la otra persona, y sobre todo a que la situación mejore. Todo lo que le digamos a nuestra pareja, debe salir del “yo”, por ejemplo si hay un conflicto por las tareas domésticas, se debe comenzar diciendo, que a mí me molesta que no hagas determinadas tareas en la casa, y a partir de aquí expreso la emoción que me suscita, por lo tanto lo correcto sería decir: “Me molesta que no friegues y eso me hace sentir bastante enfadado”, y lo incorrecto sería comenzar con la palabra TÚ, por ejemplo: “Tú nunca friegas, toda la culpa es tuya”.
También tenemos que aprender a diferenciar y expresar el estado de la situación frente a la adjudicación de un rasgo a nuestra pareja, debemos decir: “no es que seas mala persona, sino que ahora estás siendo mala persona”. Ya que la adjudicación de adjetivos suelen ser en momentos de enfado, pero verdaderamente no pensamos que nuestra pareja sea así, en ese caso habría que plantearse qué hacemos con un tipo de persona que no nos gusta.
Estas son algunas de las técnicas de comunicación que se trabaja en terapia, para que se restablezca el diálogo en la pareja y de pie a la negociación de determinados aspectos que deseen modificar. Para los terapeutas, la pareja no es un producto acabado, sino un proceso en continuo cambio y por ello la pareja está en constante construcción. Además el comportamiento de cada miembro de la pareja influye y es influido por el comportamiento del otro.
No podría acabar estas líneas si intento explicar la infinidad de conflictos que las parejas traen a consulta, por lo que aunque es un tema muy extenso, y en el que siempre surgen y surgirán malos entendidos, es importante acabar concluyendo positivamente, que el conflicto no es negativo ni implica violencia, que surge al interactuar con otras personas con diferentes intereses y necesidades, pero que esto nos ayuda a crecer. Lo verdaderamente importante en la resolución de estos conflictos de pareja es que exista la cooperación, tener siempre presente que si yo gano, tú ganas, y que si mi pareja pierde, yo también pierdo.
Mi labor como terapeuta de pareja, coincide con las palabras de Diario de un mago:
Enseñar es mostrar que es posible. Aprender es hacerlo posible
Almudena Luján San Félix,
domingo, 16 de enero de 2011
la magia del amor ley de correspondencia
LA LEY DE CORRESPONDENCIA
Páginas 79 a la 88 del libro
Leyes Universales y Evolución de la Conciencia
Luz Stella Solano M.
Enseñanzas del Maestro Gerardo Schmedling T.
Edición especial y limitada
UN LUGAR PARA CADA COSA Y CADA COSA EN SU LUGAR
Este postulado quiere decir que no hay nada que esté fuera de lugar; siempre estamos en el lugar apropiado así sea temporalmente, aunque algunas personas crean que están en el lugar equivocado. Todo se da y se manifiesta en el lugar perfecto y correspondiente con la experiencia que una persona necesita vivir y con la función que va a cumplir. Es la ley superior del triángulo inferior, Por eso puede permitir que nos salgamos todo el tiempo de las leyes de armonía y naturaleza. Sólo con comprender claramente la ley de correspondencia solucionaríamos el 90% de nuestros problemas humanos.
El orden del universo es el orden de Dios; es matemáticamente exacto y perfecto, aunque los seres humanos no lo entendamos; Comprender la ley de la correspondencia en toda su infinita dimensión es aprender a fluir con la vida. Esta es la ley del orden. Da la distribución de tiempo, espacio, función, y los límites entre estas distribuciones. Da el orden del universo. Se manifiesta determinando las densidades, vibraciones, cuerpos, formas, lugares y sucesos correspondientes a límites de mantenimiento e interacción para la manifestación o para la comprensión de la vida.
No hay nada que suceda que no tenga que suceder. Cualquier cosa que sucede es correspondiente con las personas, con el lugar y las circunstancias a su alrededor. La ley de correspondencia nos permite entender que no existe la injusticia. Existe lo necesario, lo que corresponde. Toda situación es correspondiente pero no injusta.
Siempre estamos ubicados en el lugar exacto; no tenemos que preocupamos por estar en lugares seguros, ya que la vida misma se encargará de ubicamos en el sitio correspondiente, donde se vayan a dar los sucesos o las situaciones que necesitamos vivir. Cuando una persona es correspondiente con vivir la experiencia de quedar sepultada en un terremoto, la vida misma se encargará de colocarla en el lugar preciso a la hora exacta.
Inversamente, cuando alguien no es correspondiente con vivir la experiencia de un terremoto, la vida se encargará de ubicada en otro lugar para que no esté presente en ese sitio en el momento del terremoto. En los casos de grandes tragedias como la sucedida en las torres gemelas de Nueva York o del tsunami, se puede observar claramente la ley de correspondencia. Muchas personas trabajaban en las torres o vivían en el lugar del terremoto, pero por cualquier circunstancia no estaban presentes en el momento de la tragedia, mientras que otras estaban en el sitio sin un motivo específico, de manera aparentemente coincidencia!.
Los seres humanos, cuando no conocemos la ley de correspondencia ante las situaciones incomprensibles para nosotros, nos volvemos justicieros, tratamos de buscar culpables en un intento por solucionar lo que no entendemos. Cuando la situación es de fenómenos naturales, pensamos que Dios no existe, o que es injusto e incapaz.
Una vez determinados los niveles, lugares y características de una creación o manifestación, la ley de correspondencia crea las circunstancias para que se manifieste y suceda allí solamente lo que es correspondiente con ese nivelo con esa persona. Por eso en cada lugar existe y sucede sólo lo que tiene que existir y suceder, y a nadie le sucede algo que no le corresponda.
Al observar cómo en países o lugares donde la violencia es muy alta, existen personas a las que nunca les ha pasado nada, que jamás han sido victimas de ninguna situación o circunstancia violenta, verificamos la existencia de la ley de correspondencia.
No existe buena o mala suerte; existe la ley de correspondencia. Cuando alguien muere en un accidente aéreo o de cualquier índole es porque justamente eso era lo que le correspondía. Al que no le corresponde se le presentan muchos obstáculos para que no pueda abordar el avión. .
CORRESPONDENCIAS DEL DESTINO:
MÉDICO <==> PACIENTES
VENDEDOR <==> COMPRADORES
POLICÍAS <==> LADRONES
CARCELEROS <==> PRESOS
JUEZ <==> JUICIOS
VÍCTIMA <==>VICTIMARIOS
Podemos estar en cualquiera de los dos puntos porque la correspondencia siempre será una interacción entre ambos extremos. Cuando somos personas irrespetuosas de los derechos de los demás, siempre encontraremos a alguien que nos juzgue y nos irrespete también. Un agresor siempre encontrará una victima, pero a su vez la victima también necesita ser agredida para aprender algo que aún ignoraba. Obviamente, las víctimas, que aparentemente son víctimas, también tienen su propio nivel de agresión, aunque lo manifiesten o lo expresen de formas diferentes, y la ley de correspondencia los enfrenta con el agresor para complementar su aprendizaje de evolución.
Cuando estamos en cualquiera de los dos extremos, estamos dentro del conflicto; la única manera de salir de la agresión es ubicándonos en el centro. Para no ser juzgados sólo existe una forma: no juzgar a nadie; para no ser agredidos no agredir a nadie; colocarnos dentro de la ley de armonía. Mientras nos coloquemos en un extremo de la balanza nos haremos correspondientes con el otro extremo.
Un médico siempre será correspondiente con personas enfermas y estas personas siempre buscarán un médico, porque esa es la correspondencia. Si nos colocamos en la posición de justicieros, nos encontraremos continuamente con situaciones de injusticia. No podemos esperar que la vida nos dé una correspondencia diferente a la que nosotros mismos hemos generado. Podemos reconocer esta ley observando la variedad de ambientes naturales, los climas, las diferencias sociales asociadas al desarrollo tecnológico; si algo funciona o sucede en un lugar es porque le corresponde. En general, esta ley se reconoce en todo aquello que puede hacerse, y es inútil ir en contra de ella porque se verifica en este hecho que, por más que queremos y hacemos muchos esfuerzos, no lo podemos realizar.
HACERNOS CORRESPONDIENTES CON SITUACIONES AGRADABLES ES APRENDER A UTILIZAR LAS SIETE HERRAMIENTAS DE AMOR
1. AMAR
2. ACEPTAR
3. ASUMIR
4. ACTUAR
5. VALORAR
6. ADAPTARSE
7. AGRADECER
EL SECRETO PARA CREAR EN NUESTRAS VIDAS UNA CORRESPONDENCIA DE PLENA SATISFACCIÓN ES ENTRENARNOS EN:
No juzgar nada ni a nadie.
No criticar nada ni a nadie.
No atacar nada ni a nadie.
No quejamos de nada ni de nadie.
No encontrar faltas.
No querer cambiar nada ni a nadie.
No castigar.
No imponer nuestra voluntad a otros.
No culpar a nadie, ni de frente ni a sus espaldas.
No herir los sentimientos de nadie.
Flexibilizar nuestra mente para acelerar nuestro desarrollo espiritual.
Ceder y permitimos experimentar otros puntos de vista, para acabar con nuestro ego y limitaciones mentales.
Emparejamos con los demás para poder servirles y llevarles con nuestro apoyo un mensaje de amor.
Poner entusiasmo y alegría en todo lo que hacemos.
Hablar siempre palabras de amor, ,verdad y bondad.
Servirles a todas las personas sin restricción y sin condición.
Practicar todo esto nos hará correspondientes con experiencias maravillosas y extraordinarias, con situaciones de paz y armonía, con prosperidad y abundancia.
Ninguno de nosotros tiene paz; este es el verdadero problema que debemos solucionar. En los hogares existe algún nivel de violencia intrafamiliar, padres que desean imponerles a sus hijos sus creencias, costumbres y hábitos sin respetar los de ellos; no comprenden que sus hijos tienen derecho a los propios. Hijos que no respetan a sus padres y responden con agresión ante cualquier observación de estos. Parejas que se insultan y agraden o simplemente tienen un trato descortés entre sí, hermanos que se gritan e insultan.
De toda esta violencia y desarmonía familiar resulta la violencia social; se crean los corruptos, los violentos, los desadaptados sociales, los sicópatas, personas rígidas que sienten necesidad de hacer justicia en todas partes, de buscar culpables.
Una persona con la capacidad de irrespetar a los demás o las cosas ajenas, generalmente nació en un hogar disfuncional, donde no existía el respeto. El problema de la violencia está dentro de nosotros, y en la primera parte donde nos mostramos tal y como somos es en nuestro hogar, y donde tenemos que corregirlo es dentro de nosotros.
Tratar de hacer trabajos por la paz es inútil, porque la paz no es colectiva, es personal e interior, y solamente pueden trabajarla las personas por sí mismas, tomando la decisión personal de declararse en paz.
Mientras una persona no tenga paz en su interior, como individuo, no tiene solución y estará haciéndose correspondiente con situaciones que le hagan entender la necesidad de generarla. Una persona que alcanza el nivel de paz en su interior (ese es el propósito de la vida), no vuelve a encontrar violencia en su vida, no se hace correspondiente con situaciones agresivas en ninguna parte del universo, porque es un ser de paz.
Uno de los ingredientes indispensables para convertimos en seres de paz, es renunciar a culpar; no hacerle daño a nadie en pensamiento, palabra y obra. Si creemos que existe el culpable somos seres ofendibles, susceptibles y reactivos; convertimos en seres totalmente pacíficos es limpiar nuestra mente de todos estos patrones culturales.
Volvemos nuevamente al quiero y el necesito. Todo lo que queremos está en contra de la ley de correspondencia. Si después de intentar obtener algo tres, cuatro o más veces no resulta, estamos viendo claramente que no corresponde; en ese caso debemos aprender a desistir, olvidamos de eso, no convertir nuestra vida en una lucha tratando de conseguir algo que la vida nos está mostrando que no es para nosotros, que no corresponde.
A veces sucede que cuando prescindimos de un propósito y dejamos de insistir, se da; es porque aceptamos las circunstancias y nos hicimos correspondientes con eso, aunque esto sucede pocas veces, y normalmente tenemos que abandonar la idea.
Necesitamos todo lo que regresa o viene a nosotros; no todo lo que necesitamos debe ser armónico; también necesitamos dificultades, resolver problemas para aprender. Lo que necesitamos la vida nos lo da sin problema; pero cuando insistimos con terquedad podemos crear grandes problemas en nuestra vida. La ley dice: Cuidado con lo que pides no vaya a ser que te lo den.
Existe una medida que lIamamos la ley del tres/siete; quiere decir que no debemos insistir en algo menos de tres veces, porque nos faltaría constancia, ni más de siete veces porque nos sobraría terquedad.
Hay personas que sobrepasan bastante la ley del tres/siete; la vida finalmente les da eso que tanto pidieron, por lo que tanto insistieron, terminando metidos en problemas terribles. Por eso lo más sabio es no pasar del tres. Si la vida. nos dijo que no, es mejor dejar de insistir para no hacemos correspondientes con situaciones difíciles.
Esta fórmula es una manera sabia de preguntarle al universo qué es lo más conveniente para nosotros, y él de manera inmediata nos respondeá, en lugar de pasamos la vida luchando inútilmente sin obtener un resultado suiicienténlente satisfactorio.
Es evidente que todos los seres humanos y de la naturaleza, tenemos una función qué cumplir; pero a esto podemos darle simplemente el nombre de trabajo, no de lucha. La vida no responde a la inercia: responde a la acción; no se consigue ningún resultado positivo sin trabajar. A quien no hace nada la vida no le da nada.
La ley nos permite orientar nuestras acciones para que sean correspondientes y sabias. Hay un ritmo determinado para cada cosa; cuando vemos que algo se mueve así sea despacio, cuando hay unos resultados satisfactorios aunque sean pequeños, la vida nos está diciendo que sí.
Sin embargo, a veces ocurre que nuestro afán y nuestra creencia de que todo tiene que ser como a nosotros nos parece, nos hacen caer en el error. Renunciamos fácilmente a nuestros intentos de alcanzar algo porque queremos que se dé a un ritmo que no es precisamente el correspondiente. La vida sabe cuál es el ritmo correcto; está respondiendo, no con la rapidez o la velocidad que nosotros quisiéramos sino al ritmo correspondiente; pero nosotros en nuestro afán nos llenamos de angustia, estrés e insatisfacción, y convertimos nuestras acciones en luchas infructuosas.
Otro problema es que cuando algo no se mueve, está totalmente estático o, lo que es peor aún, va para atrás, nosotros insistimos e insistimos. En ese caso no estamos trabajando; estamos siendo tercos, no estamos fluyendo con la vida, no escuchamos sus mensajes.
Para comprender las leyes del universo es necesario, primero, desprendemos del quiero, y comenzar a escuchar los mensajes que la vida nos entrega. La vida constantemente nos está enviando mensajes, pero nuestra terquedad nos impide escucharlos. Nos negamos a aceptar lo que la vida tiene para nosotros e insistimos en hacer las cosas como queremos o nos parece, y es claro que lo que queremos pocas veces coincide con lo que necesitamos.
La vida se encarga de ubicamos en un lugar determinado para que realicemos una actividad necesaria y correspondiente con nosotros. Pero toda actividad tiene determinados tiempo y lugar; cuando ya no podemos aprender nada más de ese lugar y circunstancias, porque ya es suficiente para nuestro desarrollo interno. estamos listos para acceder a otro lugar y otras circunstancias. Sin embargo, podemos reconocer que en el anterior lugar, seguirá sucediendo lo que tiene que suceder, porque es correspondiente con las personas que allí se ubican.
En cualquier lugar donde estemos ubicados estaremos haciendo dos cosas: una aprendiendo y otra sirviendo; inclusive podemos estar aprendiendo a servir.
El hecho de que nos hayamos graduado de bachilleres, no quiere decir que ya no se necesite el colegio, porque quedan otras personas que vienen detrás y lo necesitan. El colegio siempre existirá; habrá alumnos que inicien sus estudios y otros que los terminen; lo que cambia son los alumnos, no el colegio.
Este mismo principio se aplica para la vida. Existen personas que ya aprendieron lo que la violencia enseña; aprendieron a no perder la paz, a no juzgar, no condenar, no culpar y no responder a los ataques. Esto no significa que la violencia tenga que desaparecer; quedan muchas otras personas que vienen detrás aprendiendo de ella.
Dedicar todas nuestras energías a conseguir que se acabe la violencia, por el simple hecho de que ya dejamos de ser violentos y comprendimos el maravilloso resultado de la paz, es inútil. Siempre habrá otras personas que están comenzando o aún no han completado su aprendizaje y necesitan de la violencia para aprender lo que ella nos enseña.
Para comprender el inmenso valor de la paz y del respeto hay un largo camino por recorrer; el camino es uno solo, pero hay muchos caminantes, unos empezando, otros en el medio y otros finalizando. El camino siempre será necesario para que los caminantes puedan aprender su enseñanza.
Lo sabio es apartarnos del lugar porque ya no nos corresponde estar ahí. A un alumno que se gradúa de bachiller ya no le corresponde estar en el colegio. Lo mismo sucede con nuestras vidas: cuando ya aprendemos de una experiencia, la vida nos cambia y nos coloca en un lugar que puede brindamos algo qué aprender y continuar en nuestro camino evolutivo.
Cuando estamos en un lugar que tiene muchas dificultades, podemos preguntamos qué no hemos aprendido. Vivir una situación de dificultad es una oportunidad para aprender a superarla. La dificultad estará presente en nuestras vidas hasta que no hayamos aprendido lo que ésta nos enseña. La vida nunca nos permitirá cambiar de lugar o modificar una circunstancia que no hayamos comprendido.
En cualquier dificultad necesitamos aprender a utilizar permanentemente las siete herramientas de amor. Estas tienen dos principios, uno interno y otro externo.
EL INTERNO: que nuestra felicidad no dependa de nada ni de nadie, ni de lo que suceda a nuestro alrededor; que solamente dependa de nosotros mismos.
EL EXTERNO: aprender a amar. Esto significa comprender que detrás de toda situación hay un propósito de amor. Que las personas cometemos errores para aprender de los errores mismos, teniendo cada persona su propio momento de aprendizaje.
Con las siete herramientas limpiamos el ego y trascendemos el destino.
La Ley de Correspondencia se codifica en la memoria del destino, como las experiencias individuales por vivir, correspondientes con nuestro propio nivel evolutivo. La correspondencia de forma se encuentra escrita en el código genético. Cuando accedemos a percepciones de correspondencias superiores es porque entramos en contacto con niveles con los cuales nuestra propia vibración se ha vuelto correspondiente, o con memorias del recorrido evolutivo universal.
Si comprendemos la ley de correspondencia, nos damos cuenta que no existe mala ni buena suerte; no existe injusticia porque todo es justo; no existe el culpable. Solamente existen las experiencias de aprendizaje. Existe el error, no el culpable. Como no hay culpable no hay nadie a quién castigar y hay muchos a quienes enseñar y servir.
La relación error-enseñanza es una relación de amor. Cuando alguien comete un error necesita aprender algo que no sabe para no seguir cometiéndolo. La asociación que hace el ego es ERROR - CASTIGO, mientras que la relación de amor es ERROR - APRENDIZAJE. Cuando miramos desde amor vemos ante el error una necesidad de aprendizaje y una oportunidad de servicio. Si nos corresponde y las personas aceptan la información podemos enseñarles cómo hacer para salir del error. Podemos servirles para que aprendan.
Cuando miramos desde el ego calificamos a las personas de malas, irrespetuosas, ladronas o delincuentes, buscando la forma de castigarlas, y convirtiéndonos así en justicieros.
Venimos a este mundo a aprender a amar y ser felices por nosotros mismos; sin embargo, existen creencias en nuestras mentes que nos impiden lograrlo. Ejemplo:
1. Desde el ego creemos que no somos felices porque hay injusticia, porque los demás nos agreden, porque no nos valoran, porque la vida no nos da lo que queremos.
2. Desde el amor comprendemos que: no somos felices, porque no somos capaces de valorar lo que la vida nos da, porque no somos capaces de aprovechar las 'oportunidades de aprendizaje, porque juzgamos y condenamos a los demás por lo que ellos hacen, porque los culpamos de lo que sentimos y de lo que nos sucede. Esa es la verdadera razón por la cual no somos felices; el problema está dentro de, nosotros.
Surgen entonces las siguientes preguntas: ¿Cómo solucionamos nuestro problema de aprender a ser felices por nosotros mismos? ¿En qué lugar aprendemos esto?
El lugar ideal para aprender a descubrir nuestra paz interior es justamente donde no hay paz. Es imposible desarrollar una habilidad si no hay un entrenamiento. Un estudiante que quiere ser matemático tendrá que ir donde le pongan problemas de matemáticas; el que quiere tener músculos desarrollados, tendrá que ir donde pueda hacer un esfuerzo para desarrollarlos; el que quiere tener paz tendrá que ir donde hay violencia para aprender a desarrollarla.
Donde no hay paz es donde podemos aprender a encontrar nuestra propia paz. Queremos ser felices; entonces nos relacionamos con personas que nos agreden, para aprender a que esto no nos afecte, a no sufrir por lo que los demás hagan o dejen de hacer.
El proceso de aprender del amor y la paz requiere que primero nos enfrentemos con personas que nos agreden, nos maltratan, nos roban; son violentas e irrespetuosas, para poder desarrollar" nuestra propia invulnerabilidad y construir nuestra paz y felicidad desde nuestro interior, sin que dependa de nada externo.
Dios nos da las herramientas, pero nos falta la práctica. Cuando escuchamos las noticias de masacres, violencia, asesinatos, toda clase de atropellos e irrespetos, conflictos y corrupción, desde la comprensión, nos damos cuenta de que estamos en el mejor lugar para aprender lo que todo esto nos enseña.
Todo en el universo es perfecto, pero nuestra mente contaminada de creencias y llena de limitaciones nos hace pensar lo contrario. Es indispensable eliminar de nuestras vidas los rencores y las venganzas, porque éstos son el resultado de creer en la existencia del culpable.
El día que tengamos la capacidad de desearle lo mejor del mundo a aquella persona que nos irrespetó, que nos robó, nos agredió, nos juzgó o condenó por algo; cuando comprendamos que esta persona obró así, porque nos correspondía que lo hiciera para que pudiéramos verificar la existencia del odio, la ira, el rencor y la venganza dentro de nosotros, podremos ser seres de paz.
Si comprendemos esto tendremos que darles las gracias a esas personas por permitimos verificar nuestro grado de comprensión y damos cuenta de qué nos hace falta por trabajar en nuestro desarrollo espiritual; comprendemos entonces que esa persona nos está dando una oportunidad para aprender a no sentir todos esos sentimientos limitantes.
Mientras creamos que alguien nos hizo daño, estamos culpando. No comprendemos que lo que sucedió en nuestras vidas en el pasado, lo que sucede ahora y lo.que sucederá en el futuro, lo generamos nosotros mismos, sin que podamos culpar a nadie: Esta nueva actitud elimina de nuestras vidas la posibilidad de rencores y venganzas.
Nuestros resultados no tienen nada qué ver con los resultados de los demás; cada quien está en su propio proceso y tendrá que aprender lo necesario para su desarrollo espiritual; todos seguiremos teniendo comportamientos agresivos y seguiremos haciéndonos correspondientes con ellos, hasta que no aprendamos lo que estos nos enseñan.
Hay algo más que necesitamos comprender, y es que de la misma forma que nadie nos ha hecho daño, nosotros tampoco le hemos hecho daño a nadie. Las demás personas se hicieron daño a sí mismas, observando y calificando lo que hacemos. Ellas generan sus propios resultados igual que nosotros. Ellas no son culpables; nosotros tampoco.
A cada uno de nosotros nos corresponden las experiencias que vivimos y no tenemos por qué culpar a nadie de ellas; las personas a nuestro alrededor, con las cuales vivimos las experiencias, son las herramientas o instrumentos que escogimos para poder vivir nuestra experiencia. En vez de culparlos debemos darles las gracias, por ser nuestros instrumentos, nuestros entrenadores en lo que necesitamos aprender.
Cuando una persona se matricula en una universidad lo hace voluntariamente; va a pagar una suma de dinero para que "lo torturen" con problemas y exigencias cada vez más fuertes, pero lo hace porque sabe que será para su beneficio; todo lo que aprenda le dará las herramientas que necesita para cumplir una función y ganarse el sustento. No se pone furioso con el profesor ni lo odia por los trabajos que le impone; tampoco se queja por el dinero que paga; al contrario, se siente satisfecho y ve su estudio como una oportunidad.
La vida es eso mismo, una oportunidad para aprender, o no tenemos por qué sentir odio contra nuestros entrenadores o profesores que nos dan la oportunidad de aprender a ser felices por nosotros mismos y a tener paz invulnerable.
El Maestro Jesús dijo: "Perdónalos Señor porque no saben lo que hacen". Sabía que no hacemos daño a otros con el propósito de hacerlo, sino porque estamos equivocados y no sabemos lo que hacemos.
Tener la capacidad de pedir perdón al que nos agrede y ataca, aun siendo inocentes, es lograr terminar con nuestro ego. No es fácil; requiere querer y tener entrenamiento. Al igual que cualquier carrera, el desarrollo espiritual se logra con esfuerzo y dedicación.
POSTULADOS DE LA LEY DE CORRESPONDENCIA.
1. Toda situación es un aprendizaje.
2. Toda circunstancia es generada por uno mismo.
3. No hay ningún evento que no corresponda con quien lo vive.
4. Estamos ubicados exactamente en el lugar que nos corresponde.
5. Vinimos a la vida con lo necesario para vivirla.
6. Sólo sucede lo que tiene que suceder.
7. Sólo ocurre y sólo se tiene lo necesario.
Páginas 79 a la 88 del libro
Leyes Universales y Evolución de la Conciencia
Luz Stella Solano M.
Enseñanzas del Maestro Gerardo Schmedling T.
Edición especial y limitada
UN LUGAR PARA CADA COSA Y CADA COSA EN SU LUGAR
Este postulado quiere decir que no hay nada que esté fuera de lugar; siempre estamos en el lugar apropiado así sea temporalmente, aunque algunas personas crean que están en el lugar equivocado. Todo se da y se manifiesta en el lugar perfecto y correspondiente con la experiencia que una persona necesita vivir y con la función que va a cumplir. Es la ley superior del triángulo inferior, Por eso puede permitir que nos salgamos todo el tiempo de las leyes de armonía y naturaleza. Sólo con comprender claramente la ley de correspondencia solucionaríamos el 90% de nuestros problemas humanos.
El orden del universo es el orden de Dios; es matemáticamente exacto y perfecto, aunque los seres humanos no lo entendamos; Comprender la ley de la correspondencia en toda su infinita dimensión es aprender a fluir con la vida. Esta es la ley del orden. Da la distribución de tiempo, espacio, función, y los límites entre estas distribuciones. Da el orden del universo. Se manifiesta determinando las densidades, vibraciones, cuerpos, formas, lugares y sucesos correspondientes a límites de mantenimiento e interacción para la manifestación o para la comprensión de la vida.
No hay nada que suceda que no tenga que suceder. Cualquier cosa que sucede es correspondiente con las personas, con el lugar y las circunstancias a su alrededor. La ley de correspondencia nos permite entender que no existe la injusticia. Existe lo necesario, lo que corresponde. Toda situación es correspondiente pero no injusta.
Siempre estamos ubicados en el lugar exacto; no tenemos que preocupamos por estar en lugares seguros, ya que la vida misma se encargará de ubicamos en el sitio correspondiente, donde se vayan a dar los sucesos o las situaciones que necesitamos vivir. Cuando una persona es correspondiente con vivir la experiencia de quedar sepultada en un terremoto, la vida misma se encargará de colocarla en el lugar preciso a la hora exacta.
Inversamente, cuando alguien no es correspondiente con vivir la experiencia de un terremoto, la vida se encargará de ubicada en otro lugar para que no esté presente en ese sitio en el momento del terremoto. En los casos de grandes tragedias como la sucedida en las torres gemelas de Nueva York o del tsunami, se puede observar claramente la ley de correspondencia. Muchas personas trabajaban en las torres o vivían en el lugar del terremoto, pero por cualquier circunstancia no estaban presentes en el momento de la tragedia, mientras que otras estaban en el sitio sin un motivo específico, de manera aparentemente coincidencia!.
Los seres humanos, cuando no conocemos la ley de correspondencia ante las situaciones incomprensibles para nosotros, nos volvemos justicieros, tratamos de buscar culpables en un intento por solucionar lo que no entendemos. Cuando la situación es de fenómenos naturales, pensamos que Dios no existe, o que es injusto e incapaz.
Una vez determinados los niveles, lugares y características de una creación o manifestación, la ley de correspondencia crea las circunstancias para que se manifieste y suceda allí solamente lo que es correspondiente con ese nivelo con esa persona. Por eso en cada lugar existe y sucede sólo lo que tiene que existir y suceder, y a nadie le sucede algo que no le corresponda.
Al observar cómo en países o lugares donde la violencia es muy alta, existen personas a las que nunca les ha pasado nada, que jamás han sido victimas de ninguna situación o circunstancia violenta, verificamos la existencia de la ley de correspondencia.
No existe buena o mala suerte; existe la ley de correspondencia. Cuando alguien muere en un accidente aéreo o de cualquier índole es porque justamente eso era lo que le correspondía. Al que no le corresponde se le presentan muchos obstáculos para que no pueda abordar el avión. .
CORRESPONDENCIAS DEL DESTINO:
MÉDICO <==> PACIENTES
VENDEDOR <==> COMPRADORES
POLICÍAS <==> LADRONES
CARCELEROS <==> PRESOS
JUEZ <==> JUICIOS
VÍCTIMA <==>VICTIMARIOS
Podemos estar en cualquiera de los dos puntos porque la correspondencia siempre será una interacción entre ambos extremos. Cuando somos personas irrespetuosas de los derechos de los demás, siempre encontraremos a alguien que nos juzgue y nos irrespete también. Un agresor siempre encontrará una victima, pero a su vez la victima también necesita ser agredida para aprender algo que aún ignoraba. Obviamente, las víctimas, que aparentemente son víctimas, también tienen su propio nivel de agresión, aunque lo manifiesten o lo expresen de formas diferentes, y la ley de correspondencia los enfrenta con el agresor para complementar su aprendizaje de evolución.
Cuando estamos en cualquiera de los dos extremos, estamos dentro del conflicto; la única manera de salir de la agresión es ubicándonos en el centro. Para no ser juzgados sólo existe una forma: no juzgar a nadie; para no ser agredidos no agredir a nadie; colocarnos dentro de la ley de armonía. Mientras nos coloquemos en un extremo de la balanza nos haremos correspondientes con el otro extremo.
Un médico siempre será correspondiente con personas enfermas y estas personas siempre buscarán un médico, porque esa es la correspondencia. Si nos colocamos en la posición de justicieros, nos encontraremos continuamente con situaciones de injusticia. No podemos esperar que la vida nos dé una correspondencia diferente a la que nosotros mismos hemos generado. Podemos reconocer esta ley observando la variedad de ambientes naturales, los climas, las diferencias sociales asociadas al desarrollo tecnológico; si algo funciona o sucede en un lugar es porque le corresponde. En general, esta ley se reconoce en todo aquello que puede hacerse, y es inútil ir en contra de ella porque se verifica en este hecho que, por más que queremos y hacemos muchos esfuerzos, no lo podemos realizar.
HACERNOS CORRESPONDIENTES CON SITUACIONES AGRADABLES ES APRENDER A UTILIZAR LAS SIETE HERRAMIENTAS DE AMOR
1. AMAR
2. ACEPTAR
3. ASUMIR
4. ACTUAR
5. VALORAR
6. ADAPTARSE
7. AGRADECER
EL SECRETO PARA CREAR EN NUESTRAS VIDAS UNA CORRESPONDENCIA DE PLENA SATISFACCIÓN ES ENTRENARNOS EN:
No juzgar nada ni a nadie.
No criticar nada ni a nadie.
No atacar nada ni a nadie.
No quejamos de nada ni de nadie.
No encontrar faltas.
No querer cambiar nada ni a nadie.
No castigar.
No imponer nuestra voluntad a otros.
No culpar a nadie, ni de frente ni a sus espaldas.
No herir los sentimientos de nadie.
Flexibilizar nuestra mente para acelerar nuestro desarrollo espiritual.
Ceder y permitimos experimentar otros puntos de vista, para acabar con nuestro ego y limitaciones mentales.
Emparejamos con los demás para poder servirles y llevarles con nuestro apoyo un mensaje de amor.
Poner entusiasmo y alegría en todo lo que hacemos.
Hablar siempre palabras de amor, ,verdad y bondad.
Servirles a todas las personas sin restricción y sin condición.
Practicar todo esto nos hará correspondientes con experiencias maravillosas y extraordinarias, con situaciones de paz y armonía, con prosperidad y abundancia.
Ninguno de nosotros tiene paz; este es el verdadero problema que debemos solucionar. En los hogares existe algún nivel de violencia intrafamiliar, padres que desean imponerles a sus hijos sus creencias, costumbres y hábitos sin respetar los de ellos; no comprenden que sus hijos tienen derecho a los propios. Hijos que no respetan a sus padres y responden con agresión ante cualquier observación de estos. Parejas que se insultan y agraden o simplemente tienen un trato descortés entre sí, hermanos que se gritan e insultan.
De toda esta violencia y desarmonía familiar resulta la violencia social; se crean los corruptos, los violentos, los desadaptados sociales, los sicópatas, personas rígidas que sienten necesidad de hacer justicia en todas partes, de buscar culpables.
Una persona con la capacidad de irrespetar a los demás o las cosas ajenas, generalmente nació en un hogar disfuncional, donde no existía el respeto. El problema de la violencia está dentro de nosotros, y en la primera parte donde nos mostramos tal y como somos es en nuestro hogar, y donde tenemos que corregirlo es dentro de nosotros.
Tratar de hacer trabajos por la paz es inútil, porque la paz no es colectiva, es personal e interior, y solamente pueden trabajarla las personas por sí mismas, tomando la decisión personal de declararse en paz.
Mientras una persona no tenga paz en su interior, como individuo, no tiene solución y estará haciéndose correspondiente con situaciones que le hagan entender la necesidad de generarla. Una persona que alcanza el nivel de paz en su interior (ese es el propósito de la vida), no vuelve a encontrar violencia en su vida, no se hace correspondiente con situaciones agresivas en ninguna parte del universo, porque es un ser de paz.
Uno de los ingredientes indispensables para convertimos en seres de paz, es renunciar a culpar; no hacerle daño a nadie en pensamiento, palabra y obra. Si creemos que existe el culpable somos seres ofendibles, susceptibles y reactivos; convertimos en seres totalmente pacíficos es limpiar nuestra mente de todos estos patrones culturales.
Volvemos nuevamente al quiero y el necesito. Todo lo que queremos está en contra de la ley de correspondencia. Si después de intentar obtener algo tres, cuatro o más veces no resulta, estamos viendo claramente que no corresponde; en ese caso debemos aprender a desistir, olvidamos de eso, no convertir nuestra vida en una lucha tratando de conseguir algo que la vida nos está mostrando que no es para nosotros, que no corresponde.
A veces sucede que cuando prescindimos de un propósito y dejamos de insistir, se da; es porque aceptamos las circunstancias y nos hicimos correspondientes con eso, aunque esto sucede pocas veces, y normalmente tenemos que abandonar la idea.
Necesitamos todo lo que regresa o viene a nosotros; no todo lo que necesitamos debe ser armónico; también necesitamos dificultades, resolver problemas para aprender. Lo que necesitamos la vida nos lo da sin problema; pero cuando insistimos con terquedad podemos crear grandes problemas en nuestra vida. La ley dice: Cuidado con lo que pides no vaya a ser que te lo den.
Existe una medida que lIamamos la ley del tres/siete; quiere decir que no debemos insistir en algo menos de tres veces, porque nos faltaría constancia, ni más de siete veces porque nos sobraría terquedad.
Hay personas que sobrepasan bastante la ley del tres/siete; la vida finalmente les da eso que tanto pidieron, por lo que tanto insistieron, terminando metidos en problemas terribles. Por eso lo más sabio es no pasar del tres. Si la vida. nos dijo que no, es mejor dejar de insistir para no hacemos correspondientes con situaciones difíciles.
Esta fórmula es una manera sabia de preguntarle al universo qué es lo más conveniente para nosotros, y él de manera inmediata nos respondeá, en lugar de pasamos la vida luchando inútilmente sin obtener un resultado suiicienténlente satisfactorio.
Es evidente que todos los seres humanos y de la naturaleza, tenemos una función qué cumplir; pero a esto podemos darle simplemente el nombre de trabajo, no de lucha. La vida no responde a la inercia: responde a la acción; no se consigue ningún resultado positivo sin trabajar. A quien no hace nada la vida no le da nada.
La ley nos permite orientar nuestras acciones para que sean correspondientes y sabias. Hay un ritmo determinado para cada cosa; cuando vemos que algo se mueve así sea despacio, cuando hay unos resultados satisfactorios aunque sean pequeños, la vida nos está diciendo que sí.
Sin embargo, a veces ocurre que nuestro afán y nuestra creencia de que todo tiene que ser como a nosotros nos parece, nos hacen caer en el error. Renunciamos fácilmente a nuestros intentos de alcanzar algo porque queremos que se dé a un ritmo que no es precisamente el correspondiente. La vida sabe cuál es el ritmo correcto; está respondiendo, no con la rapidez o la velocidad que nosotros quisiéramos sino al ritmo correspondiente; pero nosotros en nuestro afán nos llenamos de angustia, estrés e insatisfacción, y convertimos nuestras acciones en luchas infructuosas.
Otro problema es que cuando algo no se mueve, está totalmente estático o, lo que es peor aún, va para atrás, nosotros insistimos e insistimos. En ese caso no estamos trabajando; estamos siendo tercos, no estamos fluyendo con la vida, no escuchamos sus mensajes.
Para comprender las leyes del universo es necesario, primero, desprendemos del quiero, y comenzar a escuchar los mensajes que la vida nos entrega. La vida constantemente nos está enviando mensajes, pero nuestra terquedad nos impide escucharlos. Nos negamos a aceptar lo que la vida tiene para nosotros e insistimos en hacer las cosas como queremos o nos parece, y es claro que lo que queremos pocas veces coincide con lo que necesitamos.
La vida se encarga de ubicamos en un lugar determinado para que realicemos una actividad necesaria y correspondiente con nosotros. Pero toda actividad tiene determinados tiempo y lugar; cuando ya no podemos aprender nada más de ese lugar y circunstancias, porque ya es suficiente para nuestro desarrollo interno. estamos listos para acceder a otro lugar y otras circunstancias. Sin embargo, podemos reconocer que en el anterior lugar, seguirá sucediendo lo que tiene que suceder, porque es correspondiente con las personas que allí se ubican.
En cualquier lugar donde estemos ubicados estaremos haciendo dos cosas: una aprendiendo y otra sirviendo; inclusive podemos estar aprendiendo a servir.
El hecho de que nos hayamos graduado de bachilleres, no quiere decir que ya no se necesite el colegio, porque quedan otras personas que vienen detrás y lo necesitan. El colegio siempre existirá; habrá alumnos que inicien sus estudios y otros que los terminen; lo que cambia son los alumnos, no el colegio.
Este mismo principio se aplica para la vida. Existen personas que ya aprendieron lo que la violencia enseña; aprendieron a no perder la paz, a no juzgar, no condenar, no culpar y no responder a los ataques. Esto no significa que la violencia tenga que desaparecer; quedan muchas otras personas que vienen detrás aprendiendo de ella.
Dedicar todas nuestras energías a conseguir que se acabe la violencia, por el simple hecho de que ya dejamos de ser violentos y comprendimos el maravilloso resultado de la paz, es inútil. Siempre habrá otras personas que están comenzando o aún no han completado su aprendizaje y necesitan de la violencia para aprender lo que ella nos enseña.
Para comprender el inmenso valor de la paz y del respeto hay un largo camino por recorrer; el camino es uno solo, pero hay muchos caminantes, unos empezando, otros en el medio y otros finalizando. El camino siempre será necesario para que los caminantes puedan aprender su enseñanza.
Lo sabio es apartarnos del lugar porque ya no nos corresponde estar ahí. A un alumno que se gradúa de bachiller ya no le corresponde estar en el colegio. Lo mismo sucede con nuestras vidas: cuando ya aprendemos de una experiencia, la vida nos cambia y nos coloca en un lugar que puede brindamos algo qué aprender y continuar en nuestro camino evolutivo.
Cuando estamos en un lugar que tiene muchas dificultades, podemos preguntamos qué no hemos aprendido. Vivir una situación de dificultad es una oportunidad para aprender a superarla. La dificultad estará presente en nuestras vidas hasta que no hayamos aprendido lo que ésta nos enseña. La vida nunca nos permitirá cambiar de lugar o modificar una circunstancia que no hayamos comprendido.
En cualquier dificultad necesitamos aprender a utilizar permanentemente las siete herramientas de amor. Estas tienen dos principios, uno interno y otro externo.
EL INTERNO: que nuestra felicidad no dependa de nada ni de nadie, ni de lo que suceda a nuestro alrededor; que solamente dependa de nosotros mismos.
EL EXTERNO: aprender a amar. Esto significa comprender que detrás de toda situación hay un propósito de amor. Que las personas cometemos errores para aprender de los errores mismos, teniendo cada persona su propio momento de aprendizaje.
Con las siete herramientas limpiamos el ego y trascendemos el destino.
La Ley de Correspondencia se codifica en la memoria del destino, como las experiencias individuales por vivir, correspondientes con nuestro propio nivel evolutivo. La correspondencia de forma se encuentra escrita en el código genético. Cuando accedemos a percepciones de correspondencias superiores es porque entramos en contacto con niveles con los cuales nuestra propia vibración se ha vuelto correspondiente, o con memorias del recorrido evolutivo universal.
Si comprendemos la ley de correspondencia, nos damos cuenta que no existe mala ni buena suerte; no existe injusticia porque todo es justo; no existe el culpable. Solamente existen las experiencias de aprendizaje. Existe el error, no el culpable. Como no hay culpable no hay nadie a quién castigar y hay muchos a quienes enseñar y servir.
La relación error-enseñanza es una relación de amor. Cuando alguien comete un error necesita aprender algo que no sabe para no seguir cometiéndolo. La asociación que hace el ego es ERROR - CASTIGO, mientras que la relación de amor es ERROR - APRENDIZAJE. Cuando miramos desde amor vemos ante el error una necesidad de aprendizaje y una oportunidad de servicio. Si nos corresponde y las personas aceptan la información podemos enseñarles cómo hacer para salir del error. Podemos servirles para que aprendan.
Cuando miramos desde el ego calificamos a las personas de malas, irrespetuosas, ladronas o delincuentes, buscando la forma de castigarlas, y convirtiéndonos así en justicieros.
Venimos a este mundo a aprender a amar y ser felices por nosotros mismos; sin embargo, existen creencias en nuestras mentes que nos impiden lograrlo. Ejemplo:
1. Desde el ego creemos que no somos felices porque hay injusticia, porque los demás nos agreden, porque no nos valoran, porque la vida no nos da lo que queremos.
2. Desde el amor comprendemos que: no somos felices, porque no somos capaces de valorar lo que la vida nos da, porque no somos capaces de aprovechar las 'oportunidades de aprendizaje, porque juzgamos y condenamos a los demás por lo que ellos hacen, porque los culpamos de lo que sentimos y de lo que nos sucede. Esa es la verdadera razón por la cual no somos felices; el problema está dentro de, nosotros.
Surgen entonces las siguientes preguntas: ¿Cómo solucionamos nuestro problema de aprender a ser felices por nosotros mismos? ¿En qué lugar aprendemos esto?
El lugar ideal para aprender a descubrir nuestra paz interior es justamente donde no hay paz. Es imposible desarrollar una habilidad si no hay un entrenamiento. Un estudiante que quiere ser matemático tendrá que ir donde le pongan problemas de matemáticas; el que quiere tener músculos desarrollados, tendrá que ir donde pueda hacer un esfuerzo para desarrollarlos; el que quiere tener paz tendrá que ir donde hay violencia para aprender a desarrollarla.
Donde no hay paz es donde podemos aprender a encontrar nuestra propia paz. Queremos ser felices; entonces nos relacionamos con personas que nos agreden, para aprender a que esto no nos afecte, a no sufrir por lo que los demás hagan o dejen de hacer.
El proceso de aprender del amor y la paz requiere que primero nos enfrentemos con personas que nos agreden, nos maltratan, nos roban; son violentas e irrespetuosas, para poder desarrollar" nuestra propia invulnerabilidad y construir nuestra paz y felicidad desde nuestro interior, sin que dependa de nada externo.
Dios nos da las herramientas, pero nos falta la práctica. Cuando escuchamos las noticias de masacres, violencia, asesinatos, toda clase de atropellos e irrespetos, conflictos y corrupción, desde la comprensión, nos damos cuenta de que estamos en el mejor lugar para aprender lo que todo esto nos enseña.
Todo en el universo es perfecto, pero nuestra mente contaminada de creencias y llena de limitaciones nos hace pensar lo contrario. Es indispensable eliminar de nuestras vidas los rencores y las venganzas, porque éstos son el resultado de creer en la existencia del culpable.
El día que tengamos la capacidad de desearle lo mejor del mundo a aquella persona que nos irrespetó, que nos robó, nos agredió, nos juzgó o condenó por algo; cuando comprendamos que esta persona obró así, porque nos correspondía que lo hiciera para que pudiéramos verificar la existencia del odio, la ira, el rencor y la venganza dentro de nosotros, podremos ser seres de paz.
Si comprendemos esto tendremos que darles las gracias a esas personas por permitimos verificar nuestro grado de comprensión y damos cuenta de qué nos hace falta por trabajar en nuestro desarrollo espiritual; comprendemos entonces que esa persona nos está dando una oportunidad para aprender a no sentir todos esos sentimientos limitantes.
Mientras creamos que alguien nos hizo daño, estamos culpando. No comprendemos que lo que sucedió en nuestras vidas en el pasado, lo que sucede ahora y lo.que sucederá en el futuro, lo generamos nosotros mismos, sin que podamos culpar a nadie: Esta nueva actitud elimina de nuestras vidas la posibilidad de rencores y venganzas.
Nuestros resultados no tienen nada qué ver con los resultados de los demás; cada quien está en su propio proceso y tendrá que aprender lo necesario para su desarrollo espiritual; todos seguiremos teniendo comportamientos agresivos y seguiremos haciéndonos correspondientes con ellos, hasta que no aprendamos lo que estos nos enseñan.
Hay algo más que necesitamos comprender, y es que de la misma forma que nadie nos ha hecho daño, nosotros tampoco le hemos hecho daño a nadie. Las demás personas se hicieron daño a sí mismas, observando y calificando lo que hacemos. Ellas generan sus propios resultados igual que nosotros. Ellas no son culpables; nosotros tampoco.
A cada uno de nosotros nos corresponden las experiencias que vivimos y no tenemos por qué culpar a nadie de ellas; las personas a nuestro alrededor, con las cuales vivimos las experiencias, son las herramientas o instrumentos que escogimos para poder vivir nuestra experiencia. En vez de culparlos debemos darles las gracias, por ser nuestros instrumentos, nuestros entrenadores en lo que necesitamos aprender.
Cuando una persona se matricula en una universidad lo hace voluntariamente; va a pagar una suma de dinero para que "lo torturen" con problemas y exigencias cada vez más fuertes, pero lo hace porque sabe que será para su beneficio; todo lo que aprenda le dará las herramientas que necesita para cumplir una función y ganarse el sustento. No se pone furioso con el profesor ni lo odia por los trabajos que le impone; tampoco se queja por el dinero que paga; al contrario, se siente satisfecho y ve su estudio como una oportunidad.
La vida es eso mismo, una oportunidad para aprender, o no tenemos por qué sentir odio contra nuestros entrenadores o profesores que nos dan la oportunidad de aprender a ser felices por nosotros mismos y a tener paz invulnerable.
El Maestro Jesús dijo: "Perdónalos Señor porque no saben lo que hacen". Sabía que no hacemos daño a otros con el propósito de hacerlo, sino porque estamos equivocados y no sabemos lo que hacemos.
Tener la capacidad de pedir perdón al que nos agrede y ataca, aun siendo inocentes, es lograr terminar con nuestro ego. No es fácil; requiere querer y tener entrenamiento. Al igual que cualquier carrera, el desarrollo espiritual se logra con esfuerzo y dedicación.
POSTULADOS DE LA LEY DE CORRESPONDENCIA.
1. Toda situación es un aprendizaje.
2. Toda circunstancia es generada por uno mismo.
3. No hay ningún evento que no corresponda con quien lo vive.
4. Estamos ubicados exactamente en el lugar que nos corresponde.
5. Vinimos a la vida con lo necesario para vivirla.
6. Sólo sucede lo que tiene que suceder.
7. Sólo ocurre y sólo se tiene lo necesario.
lunes, 15 de noviembre de 2010
" NUNCA TE QUEJES "
.Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda
Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasados.
Pablo Neruda
sábado, 23 de octubre de 2010
NO TE RINDAS
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
...Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Mario Benedetti
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
...Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Mario Benedetti
Tú eres el resultado de ti misma
No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti; no te amargues con tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si, tú has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los fuertes de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que el más grande de los bstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tu mismo eres tu destino.
Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
PABLO NERUDA
Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.
Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.
Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.
No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti; no te amargues con tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.
Si, tú has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.
Aprende de los fuertes de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que el más grande de los bstáculos.
Mírate en el espejo de ti mismo.
Comienza a ser sincero contigo mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.
Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tu mismo eres tu destino.
Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.
Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.
Tú eres parte de la fuerza de la vida
Ahora despierta, camina, lucha.
Decídete y triunfarás en la vida.
Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
PABLO NERUDA
viernes, 22 de octubre de 2010
DEBO: APRENDER ENTENDER CORREGIR ACEPTAR Y MEJORAR DEBO APRENDER
DEBO: APRENDER ENTENDER CORREGIR ACEPTAR Y MEJORAR DEBO APRENDER: -Que enamorarme no es obsesionarme ni irme a los extremos. -Que no debo poner toda la motivacion de mi vida en una persona -Que si pretendo tener una relacion de adulto, debo ... ... comportarme como tal. -Que ...no es bueno sobrevalorar, endiosar, ni idealizar a nadie. -Porque todos somos humanos y no puedo esperar de mi pareja, mas de lo que puedo esperar de un ser humano. Que es bueno ser como soy, siempre y cuando, eso no implique irrespetar a quien esta conmigo. DEBO ENTENDER: -Que no se debe rogar amor y que una relacion de pareja, no es para vivir angustiada. -Que la comodidad que me da la rutina, es falsa porque la vida esta en constante cambio, por eso es necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja en la vida cotidiana. DEBO ACEPTAR: -Que en el amor,como en cualquier otra cosa de la vida, existen tropiezos, caidas y dolores, esto te produce miedo y lo unico que hace es dificultar mas las cosas. -Que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolo, para conocer una grran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto para brincar. DEBO RECORDAR -Que a veces, lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y RECORDAR.........-Que la impaciencia es producto de un impulso emocional, que tal vez pronto pasara. -Que la impaciencia asfixia a quien esta conmigo. -Que la presion se puede convertir en acciones irrespetuosas. -Que tomar una decision, mientras estoy impaciente, puede ser peligroso, porque estoy influenciado por un estado emocional extremo y pierdo objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso, mi compulsion, y podria hacer algo de lo que me arrepienta. Debo tener presente que el sentir algo hoy, no implica que lo sentire mañana, y asi como me permito disfrutar, tambien debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer. DEBO MEJORAR MI AUTOESTIMA: Para que la partida de quien quiero, no me haga sentir humillado, rechazado o despreciado. Para no ser tan sensible al abandono, para que no hiera mi EGO. Para no terminar creyendo que me dejaron por fe@ o por tont@. Para poder aceptar que simplemente funciono el tiempo que tuvo que funcionar. Para no arrastrarme poniendome de alfombra a los pies de nadie. DEBO ACEPTAR: Que a quien le agrade hoy, no es seguro que le agrade mañana, y eso no tiene que ofenderme..........si acepto que a veces las personas no pueden dar más, ni yo mismo. Si acepto que quien este conmigo tiene derecho a no estarlo y a que ya no le guste. Si acepto que a quien amo tiene derecho a tomar sus propias decisiones aunque a mi no me satisfagan. DEBO APRENDER: A NO SER POSESIVO: El que alguien se vaya no es perder una pertenencia, que me gustaba mucho. Mi pareja no es mia, es prestada y "su dueño" tiene derecho a llevarsela cuando desee. Y aunque "ser dueño" de alguien brinde mas seguridad que tenerlo prestado, debo entender que es una ilusion. Aunque crea que es mia, no lo es por lo tanto..............no puedo decidir sobre la vida de quien este conmigo. -No puedo esperar que haga solo lo que yo desee. -No puedo controlarle, manipularle, adueñarme de ella, ni controlar su destino. -No debo reclamarle a la vida porque me quito lo que me presto. Pero sobre todo......... DEBO aprender........que nunca dejaré de aprender y mientras continuo aprendiendo, DEBO permitirme VIVIR y SENTIR ♥♥♥
miércoles, 6 de octubre de 2010
LOS CUATRO ACUERDOS
No des nada por supuesto. Si tienes duda, aclárala. Si sospechas, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y que no tienen fundamento.
Honra tus palabras
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras ,es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Esto te hace auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
Haz siempre lo mejor que puedas
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.
No tomes nada personal
Ni la peor ofensa. Ni el peor desaire. Ni la más grave herida.
Poniendo en práctica estos cuatro acuerdos, tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de el otro y no tuyo.
Honra tus palabras
Lo que sale de tu boca es lo que eres tú. Si no honras tus palabras, no te estás honrando a ti mismo; si no te honras a ti mismo, no te amas. Honrar tus palabras ,es honrarte a ti mismo, es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Esto te hace auténtico y te hace respetable ante los demás y ante ti mismo.
Haz siempre lo mejor que puedas
Si siempre haces lo mejor que puedas, nunca podrás recriminarte nada o arrepentirte de nada.
No tomes nada personal
Ni la peor ofensa. Ni el peor desaire. Ni la más grave herida.
Poniendo en práctica estos cuatro acuerdos, tu vida puede cambiar, siempre y cuando seas impecable con ello. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a sí mismo. Pero el problema es de el otro y no tuyo.
"DESPERTAR"
"despertar"
El despertar de conciencia esta ocurriendo aquí y ahora,
las señales estan presentes a tu alrededor.
Los angeles tocan sus trompetas,
porque así tú lo has pedido
y esperan a que escuches su divino llamado.
Quizas has escogido continuar en tu letargo,
quizas aún deseas seguir experimentando
las barreras de la dualidad, quizas escuchas el llamado
y temes abrirte a un mundo nuevo que sientes desconocido,
quizas deseas despertar pero no logras
encontrar la forma de hacerlo, o bien, ya has soltado amarras,
estás abriendo tus ojos y estás comenzando a mirar la vida,
la existencia y a los otros bajo una nueva perspectiva
y de a poco empiezas a sentir el sabor de la libertad
y el placer del amor.
Despertar no es un acto de magia,
aunque llenará de magia tu vida.
Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo,
aunque todo lo que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.
Despertar no cambiara tu vida,
si bien sentiras que todo ha cambiado.
Despertar no borrara tu pasado,
pero al mirar atras lo percibirás como la historia de alguien
muy querido que aprendió muchas cosas,
pero sentirás que ese alguien ya no eres tú.
Despertar no despertará a tus seres queridos,
pero ellos se verán más divinos ante tus ojos.
Despertar no sanará todas tus heridas,
pero ellas dejaran de gobernarte.
Despertar no solucionara tu situación financiera,
pero te sentirás millonario.
Despertar no te hará más popular,
pero ya no volverás a sentirte solo.
Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás,
pero te hará perfecto ante tu propia mirada
Despertar no te dará más poder,
pero descubrirás el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva
los barrotes de tus carceles,
pero te dara la libertad de ser tu mismo.
Despertar no cambiará el mundo,
te cambiará a ti.
Despertar no quita responsabilidad,
muy por el contrario te dará conciencia
de las consecuencias de tus actos y elecciones.
Despertar no te hará tener siempre la razón,
mas bien ya no sentirás deseos de tenerla.
Despertar no traerá caudales de amor a tu vida,
descubrirás que ese caudal habita en ti.
Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas
y tiene todo que ver con el amor.
Despertar es amarte a ti mismo,
con tus límites y con tus experiencias,
es amar al otro como parte de tu ser
y es amar a la existencia,
si amar esta bella vida tan sorprendente
y variada en todos sus matices.
Para despertar busca toda la ayuda que puedas,
lee los libros que encuentres,
asiste a los encuentros que te inviten, medita,
respira y espera, todo ayudará,
pero finalmente solo tu harás la alquimia,
pues nada puede precipitarla,
sólo tu intención que suceda.
Si ya has despertado y ves como duermen los demás
a tu alrededor, entonces camina en puntillas,
respeta su sueño y descubre la perfección
de sus propios tiempos,
así como fueron perfectos los tuyos.
Cuando ellos abran los ojos el fulgor de tu brillo
los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada.
Si aún duermes, relajate y disfruta tu sueño,
estás siendo arrullado y cuidado.
Permitete disfrutar de la experiencia
de ser el maravilloso ser que ya eres,
tu vida es un acto sagrado
pues es la creación del Dios que hay en ti,
que eres tu.
Juan Carlos Fernández
El despertar de conciencia esta ocurriendo aquí y ahora,
las señales estan presentes a tu alrededor.
Los angeles tocan sus trompetas,
porque así tú lo has pedido
y esperan a que escuches su divino llamado.
Quizas has escogido continuar en tu letargo,
quizas aún deseas seguir experimentando
las barreras de la dualidad, quizas escuchas el llamado
y temes abrirte a un mundo nuevo que sientes desconocido,
quizas deseas despertar pero no logras
encontrar la forma de hacerlo, o bien, ya has soltado amarras,
estás abriendo tus ojos y estás comenzando a mirar la vida,
la existencia y a los otros bajo una nueva perspectiva
y de a poco empiezas a sentir el sabor de la libertad
y el placer del amor.
Despertar no es un acto de magia,
aunque llenará de magia tu vida.
Despertar no tiene nada que ver con tu mundo externo,
aunque todo lo que te rodea parecerá tener un nuevo brillo.
Despertar no cambiara tu vida,
si bien sentiras que todo ha cambiado.
Despertar no borrara tu pasado,
pero al mirar atras lo percibirás como la historia de alguien
muy querido que aprendió muchas cosas,
pero sentirás que ese alguien ya no eres tú.
Despertar no despertará a tus seres queridos,
pero ellos se verán más divinos ante tus ojos.
Despertar no sanará todas tus heridas,
pero ellas dejaran de gobernarte.
Despertar no solucionara tu situación financiera,
pero te sentirás millonario.
Despertar no te hará más popular,
pero ya no volverás a sentirte solo.
Despertar no te embellecerá ante los ojos de los demás,
pero te hará perfecto ante tu propia mirada
Despertar no te dará más poder,
pero descubrirás el poder que tienes.
Despertar puede que no disuelva
los barrotes de tus carceles,
pero te dara la libertad de ser tu mismo.
Despertar no cambiará el mundo,
te cambiará a ti.
Despertar no quita responsabilidad,
muy por el contrario te dará conciencia
de las consecuencias de tus actos y elecciones.
Despertar no te hará tener siempre la razón,
mas bien ya no sentirás deseos de tenerla.
Despertar no traerá caudales de amor a tu vida,
descubrirás que ese caudal habita en ti.
Despertar tiene poco que ver con lo que imaginas
y tiene todo que ver con el amor.
Despertar es amarte a ti mismo,
con tus límites y con tus experiencias,
es amar al otro como parte de tu ser
y es amar a la existencia,
si amar esta bella vida tan sorprendente
y variada en todos sus matices.
Para despertar busca toda la ayuda que puedas,
lee los libros que encuentres,
asiste a los encuentros que te inviten, medita,
respira y espera, todo ayudará,
pero finalmente solo tu harás la alquimia,
pues nada puede precipitarla,
sólo tu intención que suceda.
Si ya has despertado y ves como duermen los demás
a tu alrededor, entonces camina en puntillas,
respeta su sueño y descubre la perfección
de sus propios tiempos,
así como fueron perfectos los tuyos.
Cuando ellos abran los ojos el fulgor de tu brillo
los ayudará a despertar sin necesidad que hagas nada.
Si aún duermes, relajate y disfruta tu sueño,
estás siendo arrullado y cuidado.
Permitete disfrutar de la experiencia
de ser el maravilloso ser que ya eres,
tu vida es un acto sagrado
pues es la creación del Dios que hay en ti,
que eres tu.
Juan Carlos Fernández
martes, 5 de octubre de 2010
CERRANDO CÍRCULOS...
CERRANDO CÍRCULOS...
Hoy elijo abrir una nueva página en el libro de mi existencia, ¿cómo?......Cerrando círculos...... cerrando puertas, cerrando capítulos.Como quieras llamarlo: Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿ ...Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente 'revolcándote' en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tus amigos, tus hijos, tus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, cambiar de trabajo. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que 'alguna vez se den cuenta de quién eres'. No, suelta, basta con que tu sepas quién eres y que quieres hacer con tu vida. El resentimiento, el prender 'tu televisor' personal para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. porque si tu andas por la vida dejando 'puertas abiertas', por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. > Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de 'regresar' (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que te invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Dí a ti mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tu ya no encajas allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, tu ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni tu seras el mismo ni el entorno al que regresas será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático, todo se mueve. Es salud mental, amor por ti mismo desprender lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tu veniste a este mundo 'llegaste' sin ese adhesivo, por lo tanto es 'costumbre' vivir pegado a ti y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero...cierra, clausura, limpia, tira, oxigena,despréndete, sacude, suelta. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. Después de eso, solo sigue adelante, traza un nuevo camino, hazlo paso a paso, con entrega, con fe, con optimismo, con amor. Y nunca olvides hacer muchos amigos en todos tus caminos, porque nunca sabes en que vereda puedes reencontrar a uno o a varios. ¡Esa es la vida
Hoy elijo abrir una nueva página en el libro de mi existencia, ¿cómo?......Cerrando círculos...... cerrando puertas, cerrando capítulos.Como quieras llamarlo: Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿ ...Ya no vives más en esa casa? ¿Debes irte de viaje? ¿La amistad se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente 'revolcándote' en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.El desgaste va a ser infinito porque en la vida, tus amigos, tus hijos, tus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. Al terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, cambiar de trabajo. Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó.No esperes que te devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que 'alguna vez se den cuenta de quién eres'. No, suelta, basta con que tu sepas quién eres y que quieres hacer con tu vida. El resentimiento, el prender 'tu televisor' personal para darle y darle al asunto, lo único que consigues es dañarte mentalmente, envenenarte, amargarte. La vida está para adelante, nunca para atrás. porque si tu andas por la vida dejando 'puertas abiertas', por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. > Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de 'regresar' (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que te invadieron. ¡Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo! Si no, déjalo ir, cierra capítulos. Dí a ti mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque tu ya no encajas allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, tu ya no eres el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni tu seras el mismo ni el entorno al que regresas será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático, todo se mueve. Es salud mental, amor por ti mismo desprender lo que ya no está en tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando tu veniste a este mundo 'llegaste' sin ese adhesivo, por lo tanto es 'costumbre' vivir pegado a ti y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, nada ni nadie nos es indispensable. Solo es costumbre, apego, necesidad. Pero...cierra, clausura, limpia, tira, oxigena,despréndete, sacude, suelta. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. Después de eso, solo sigue adelante, traza un nuevo camino, hazlo paso a paso, con entrega, con fe, con optimismo, con amor. Y nunca olvides hacer muchos amigos en todos tus caminos, porque nunca sabes en que vereda puedes reencontrar a uno o a varios. ¡Esa es la vida
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